Hydrogen. El futuro de la movilidad: Dinámica de marcha eficiente, sin emisiones y completa.

Un vehículo de hidrógeno (FCEV), al igual que un vehículo de batería (BEV), tiene propulsión eléctrica, incluso el mismo motor eléctrico. La principal diferencia es el acumulador de energía: en lugar de electricidad en la batería, el hidrógeno gaseoso se almacena en depósitos y, a continuación, se transforma en electricidad para la propulsión mediante la pila de combustible. La principal ventaja para conductoras y conductores: Un vehículo de hidrógeno puede repostarse totalmente en 3-4 minutos, lo que permite un comportamiento como el vehículo de combustión, con todas las ventajas de la movilidad eléctrica.

Un vehículo de hidrógeno se impulsa eléctricamente. La pila de combustible produce la electricidad a partir del hidrógeno. Lo único que se consigue con esta reacción es energía eléctrica, calor y agua, que sale como vapor de agua. Por tanto, un vehículo de hidrógeno no produce emisiones.

La seguridad es para nosotros lo primero. Nuestro vehículo cumple todos las normas de seguridad pertinentes. Antes de comenzar las pruebas de carretera, hemos realizado exhaustivas pruebas de impacto y hemos cumplido todos los requisitos legales, tanto en cuanto a componentes como a vehículos. El BMW iX5 Hydrogen cumple las mismas elevadas normas de seguridad que todos nuestros otros vehículos.